jueves, 8 de julio de 2010

Cisnes Negros y Quimica

A raiz de la asistencia al "Monday Reading Club" de Barcelona,

http://themondayreadingclub.com/category/barcelona/

donde se debatia sobre el libro "El Cisne Negro", de Nachim Talem, reflexioné sobre una pregunta:

¿Existen los cisnes negros en las ciencias puras y experimentales?

Durante el debate se pasó de soslayo el papel de los llamados cisnes negros en la ciencia, dando a entender que se dan con mucha mas frecuencia fuera del ámbito de la ciencia “tradicional”.

Esto no es así y me ha llevado a reflexionar sobre el avance del conocimiento científico. Cierto que muchos descubrimientos están dirigidos. Sabemos a donde queremos llegar (que queremos “descubrir”) y vamos acumulando experiencia y conocimientos de forma acumulativa.

¿Pero que ocurre cuando en medio de los experimentos nos encontramos con un “cisne negro”? ¿No tenemos todas las variables controladas? ¿No lo tendríamos que haber predicho con los modelos matemáticos que tenemos a nuestro alcance?

Dejadme que os cuente un caso real para ilustrar mejor:

Un dia, el departamento de marketing, nos dijo que los nuestros clientes estarian mucho mas satisfechos con un determinado producto “A” si tubiese acentuadas determinadas propiedades. Nos pusimos manos a la obra, primero pensando cómo hacerlo, diseñando las pruebas y experimentos y estableciendo modelos matemáticos. Cuando todo estuvo a punto, pasamos a la parte experimental, para corroborar hispótesis y avanzar en la mejora del producto. Durante las primeras semanas todo iba correctamente. Los experimentos fallidos o exitosos nos indicaban el camino por donde debiamos avanzar. Todo iba perfecto hasta que en uno de los experimentos, modificando una variable, dio un producto “B” que nos sorprendió a todos.

El producto “B” ha resultado ser mejor, tener propiedades diferentes y más competitivas que “A”. Aqui surjen dos problemas:

1) No habiamos previsto la formación de “B”. Todo apuntaba a “A”. Leyes quimicas, fisicas, conocimientos anteriores, reactividades, cinética... ¿Falló ahí la teoria del conocimiento científico? O solo somos malos haciendo predicciones aún cuando creemos que tenemos todo controlado?

2) Una vez formado “B”, se puede explicar perfectamente con la teoria que tenemos. Es decir, no hace falta formular una nueva hipótesis. “B” es explicable a posteriori. No hay nada misterioso en ello.

El punto 2) corrobora lo dicho en 1). Somos muy malos haciendo predicciones, y eso que nos apoyan las ciencas exactas. Y ni aún asi acertamos.

Ahora el producto “B” es el eje central de una nueva gama de productos e investigaciones. Esto me hace pensar en una interesante reflexión:

Cuando en los articulos cientificos se auncian descubrimientos o avances importantes sin un importante background detras; ¿cuantas veces han sido fruto del azar? O mejor dicho:

¿ Cisnes Negros?

Toda esta explicación, la resumió muy inteligentemente Isaac Asimov:

“La frase más excitante que se puede oir en la Ciencia, la que sin duda ha llevado a más descubrimientos, no es ¡Eureka! sino «¡Anda, qué curioso!»

1 comentario:

Esther Gómez dijo...

Me ha encantado la historia. Creo que avanzamos porque tenemos la mente abierta y cuando algo llega sin esperarlo, no cerramos los ojos. Avanzamos por ese camino para ver hasta donde llega. El "no miedo" a lo imprevisible es la clave.
Enhorabuena por el post! Te esperamos en septiembre ;)